miércoles, 25 de enero de 2023

Reseña: «El Señor de las Tinieblas», de Alberto Vázquez-Figueroa.-

 SINOPSIS DE LA OBRA:

Un médico abnegado, entregado en cuerpo y alma a sus pacientes y a la investigación, recibe una visita inesperada: un hombre que se identifica como el diablo. Obviamente lo considera un loco, pero las pruebas que el desconocido le presta son tan contundentes que el médico se ve obligado a replantearse sus creencias. A continuación, el maléfico visitante le ofrece algo que todos los médicos del mundo quisieran poseer: el secreto de la cura del cáncer. Pero a cambio deberá entregarle su alma... El médico afronta un difícil dilema moral, pero acaba aceptando. Y éste es el punto de partida de una insólita aventura, un azaroso viaje al otro lado del mundo a través de un camino donde conviven el bien y el mal.

(Tomada de la web lecturalia.com).



Alberto Vázquez-Figueroa es un autor prolífico. No en vano, tiene publicadas más de sesenta libros, el primero de ellos con catorce años. Su prosa es clara y directa, y por experiencia puedo decir que sus historias se leen en un suspiro. Las aventuras de los protagonistas llevan todo el peso de la narrativa.

La obra que analizamos ahora data del año 2001. No obstante, estaba sin leer en uno de mis estantes hasta hace poco, formando parte de una lista de libros que tenía pendientes.

He aquí mis impresiones.

A FAVOR:

La novela recrea el pacto de Fausto en una vertiente distinta pero con idénticas mimbres que la leyenda de referencia. Conviene destacar que su lectura es amena, las páginas se devoran sin esfuerzo. El autor es avezado en crear tensión en el lector, y sus historias, que normalmente llevan a los protagonistas a distintas partes del globo, atraen y no dejan indiferente a nadie. Un médico y la posibilidad de descubrir la cura definitiva para el cáncer no deja de ser un argumento perfectamente válido para lo pretendido en la obra. Por tanto, entretiene y no me equivoco si aseguro que en un par de días, se llega al final.

EN CONTRA:

Excesivos diálogos y circunloquios. Las conversaciones entre los personajes derivan de un tema a otro, creando un ambiente conversacional de lo más coloquial, pero que a veces cansa. Una fábula bien escrita no deja de ser un mero entretenimiento sin más.

CALIFICACIÓN:

Sobre 10, yo le daría un 5,5.

Salu2.