Buenas de nuevo a tod@s:
Conforme a lo prometido, aquí va la reseña de «La novia gitana», una obra que pese a muchos, lo cierto es que ha revolucionado la concepción de la novela negra española.
La obra ha vendido más de un millón de ejemplares desde su primera edición en 2018. Sólo por este hecho, merece un espacio en este blog, ya que el género es uno de mis preferidos, al igual que la novela histórica.
Comprendo que cualquier tipo de reseña contempla un elemento subjetivo difícil de desgajar del diagnóstico literario, y reconozco de entrada que un servidor ha leído todas las obras de los autores. Hasta aquí, un reconocimiento evidente, confesión ineludible por mi parte para que los asiduos a estas líneas puedan comprender mejor el análisis.
Dicho lo anterior, muchas veces me he preguntado, siendo la novela que vamos a analizar de calidad pero no revolucionaria —a mi modo de ver—, cuáles son los secretos ingredientes que la hacen adictiva y tan interesante, y la respuesta me la ofrecieron varios amigos, sufridos lectores beta de mis libros, en una ocasión en la que les pregunté qué componentes consideran fundamentales en una obra policíaca/criminal/negra. Todos, sin excepción, echaban de menos en algunas obras del género dos/tres pilares: morbo —en su acepción de truculento— y sexo.
Ya ven, los amantes de la literatura no somos a fin de cuentas tan distintos de la gente corriente. Ya de antiguo, las ejecuciones en plazas públicas se llenaban de curiosos que abarrotaban el lugar buscando ¿qué? Pues lo dicho. Y dejo claro lo siguiente: estoy seguro de que aquella época fue peor que la actual. En muchos aspectos, estamos más civilizados y con mayor sensibilidad, de lo cual me congratulo.
Bueno, vamos a ello.
SINOPSIS DE LA OBRA
Susana Macaya, de padre gitano pero educada como paya, desaparece tras su fiesta de despedida de soltera. El cadáver es encontrado dos días después en la Quinta de Vista Alegre del madrileño barrio de Carabanchel. Podría tratarse de un asesinato más, si no fuera por el hecho de que la víctima ha sido torturada siguiendo un ritual insólito y atroz, y de que su hermana Lara sufrió idéntica suerte siete años atrás, también en vísperas de su boda. El asesino de Lara cumple condena desde entonces, por lo que solo caben dos posibilidades: o alguien ha imitado sus métodos para matar a la hermana pequeña, o hay un inocente encarcelado.
Por eso el comisario Rentero ha decidido apartar a Zárate del caso y encargárselo a la veterana Blanco, una mujer peculiar y solitaria, amante de la grappa, el karaoke, los coches de coleccionista y las relaciones sexuales en todoterrenos. Una policía vulnerable, que se mantiene en el cuerpo para no olvidar que en su vida existe un caso pendiente, que no ha podido cerrar.
Investigar a una persona implica conocerla, descubrir sus secretos y contradicciones, su historia. En el caso de Lara y Susana, Elena Blanco debe asomarse a la vida de unos gitanos que han renunciado a sus costumbres para integrarse en la sociedad y a la de otros que no se lo perdonan, y levantar cada velo para descubrir quién pudo vengarse con tanta saña de ambas novias gitanas.
(La sinopsis proviene de la web www.lecturalia.com).
A FAVOR:
Buena escritura, mejor estructura y aparición de varios flashbacks que incitan al lectora a estrujarse los sesos para lograr coherencia del pasado con la historia que se narra en tiempo actual. Por ello, y con la promesa —cumplida— de que la obra contiene detalles escabrosos, su lectura a ratos se hace irresistible. El ritmo narrativo se facilita con capítulos cortos muy estudiados para que ejerzan sobre el lector un efecto de carencia, con lo cual, es muy fácil pasar página para saber qué puede ocurrir a continuación.
El personaje de la inspectora Elena Blanco está bien construido. El lector empatiza con ella desde el principio, no sólo por ser mujer, y creo que esto último es inusual y un acierto, sino porque es una persona que se distancia del estereotipo de héroe sin tacha (salvo la alcohólica, claro). En este caso, nos encontramos a una profesional con sus miedos, secretos, defectos y pasajes ocultos, lo cual provoca que la empatía con ella sea perfecta.
La autora —o mejor dicho, los tres autores— provienen del mundo del guion, con lo cual, ya podemos suponer que anteriormente han escrito historias para ser visualizadas. Ello nos asegura también que el lector tenga una clara imagen mental de lo que ocurre en la trama, y ello se percibe claramente en la obra.
Recomiendo su lectura por supuesto para los amantes del género.
EN CONTRA:
Según mi humilde criterio, la novela no revoluciona el mundo de la novela criminal. De los dos ingredientes que muchos añoran en obras del género —morbo y sexo— los autores se decantan por el primero, y lo hacen de forma original y correcta. Sin embargo, si profundizamos algo más y dejamos atrás la superficie, vemos una novela con estilo sencillo y correcto pero no innovador, una historia que, dejando atrás ciertos detalles, y pecando de simplistas, podemos decir que ya se ha escrito antes. El tema del condenado que puede ser inocente, el crimen que se repite con idéntico modus operandi, todas esas bases han dado vida, origen y recorrido al género.
CALIFICACIÓN:
Sobre 10, yo le daría un 7.
Salu2.
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